Hay cuatro puntos cardinales que utilizamos como guía hacia donde queremos ir. Pocas veces vemos al corazón como un punto cardinal. Es el centro, es la meta. Cuando llegamos a él, hay paz, quietud, saciedad, abundancia. Ya no hace falta seguir caminando, hemos llegado a casa.
En este momento, debemos valorar, celebrar, que estamos frente al portal. Tanto habíamos andado en búsqueda de cuanta cosa fugaz: logros, bienes materiales.
Esta puerta parecía abandonada, cubierta de polvo, opacada por la presencia de una vitrina llena de objetos brillosos y como una liebre que en medio de la noche se queda obnubilada con los faros del vehículo que la embestirá, los humanos hemos estado distraídos contemplando un mundo. de espejismos, permitiendo que el camino hacia la prosperidad fuera olvidado.
Es tiempo de dar ese paso. Ingresa en el camino hacia tu corazón. Descubrirás que no es oscuro y desolado, no. Por el contrario, comenzarás a encontrarte con más y más personas, pues el corazón es amor y todos los caminos conducen a AMOR (Roma al revés).
El verdadero amor no pone fronteras, ni sabe de posesiones. Comparte.
El nuevo viaje es el más sencillo. Ahora, desde casa, todos tenemos el don de convertirnos en viajeros, caminantes y celebrar en unidad el comienzo de una Nueva Era.
Canalizado por Fernando Reznik
4-4-2020