¡Tenés una caja mágica!
¡Sí! ¿Te lo cuentas?
Yo me percaté un tiempo atrás… Mirando una foto, hoy lo recordé:
A fines del 2021, cuando habían reducido las restricciones de viaje, pensé que en regresar a Tailandia.
Me imaginé llegar a una isla en una de esas típicas lanchas de madera con coloridas telas en la proa, dejando las cosas en el hotel y caminando hacia la playa. Sintiendo la fina y cálida arena al imprimir mis huellas hasta llegar al mar. Unos pasos más y, sonriendo, imagino mi cuerpo se sumergiendo en las tibias y cristalinas aguas y contemplando las rocas calizas emergiendo frente a la costa.
Más tarde estaba saboreando un curry tailandés, dulce y picante.
Fue tan vívido, que de repente reconocí que la experiencia permanece activa y presente en mi.
Que el cerebro es una caja mágica y contiene todas las vivencias, gozando de libre acceso a ellas.
El cuerpo, por su parte, lo tiene todo registrado en la memoria celular, como un banco de sentidos.
Desde esta mirada, no hay pasado ni melancolía. Hay un presente abundante de experiencias.
A diferencia de vagar por un mar de recuerdos y hasta tal vez compararlos con el presente, me refiero a entrar en un estado de enorme gratitud latiendo en nuestro ser, dando cuenta que todo lo vivido lo llevamos puesto en la transformación que generó en nosotros. Alimentando una mirada apreciativa, incluso podemos reconocer que hasta los momentos más duros nos han dejado aprendizajes.
Hay abundancia, están todas las personas queridas habitando en mi.
Me he ido transformando gracias a la confluencia de todas estas experiencias y personas, algunos de ustedes que leen.
¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! 😃
Todo esta vivo y presente y se manifiesta en quien soy.
Fernando Reznik
9-9-2023